Quizás menos consumida, especialmente por los novatos, la resina es sin embargo un producto de cannabidiol bastante versátil. Hay que reconocer que estos altos niveles de CBD pueden confundir o incluso asustar, pero aquí te explico cómo consumir y usar correctamente tu resina CBD resina para obtener un resultado óptimo sin peligro.
Es posible vaporizar la resina de CBD
Si has estado siguiendo mis aventuras editoriales en este blog, recordarás que ya te he hablado sobre el vapeo (que de hecho es mi forma favorita de consumir CBD).
Permítanme recordarles rápidamente en qué consiste: utilizando un dispositivo diseñado para este fin -que se presenta en varias formas, como una pipa eléctrica, un cigarrillo electrónico o incluso un dispositivo más grande a medio camino entre un difusor y un narguile-, la sustancia a base de cannabidiol se calienta a una temperatura elevada, pero que nunca llega al punto de combustión.
El vaporizador calienta el CBD a temperaturas de entre 170 y 210° Celsius, lo que es suficiente para liberar los ingredientes activos, pero sin quemar el producto.
- Precalienta tu botella de spray.
- Desmenuce la resina y colóquela en el compartimento previsto para ello.
- Deja que se caliente y prepárate para inhalar. No dudes en ser delicado y tirar suavemente del dispositivo para obtener las mejores sensaciones (y evitar dañar el equipo).
- Inhale el vapor y deje que la sustancia haga efecto en unos minutos, hasta 20 minutos.
Pero también puedes cocinar resina de CBD
Si no quieres gastarte dinero en un vaporizador, o si simplemente quieres probar la resina de CBD por primera vez, puedes utilizarla en recetas saladas y dulces.
Cocinar con nuestro CBD es muy sencillo, sólo tienes que saber que se trata de una molécula liposoluble. Por lo tanto, el uso de grasa es esencial si quieres experimentar los beneficios del CBD. Ahora tienes dos opciones.
En primer lugar, puedes infusionar tu resina de CBD en aceite o mantequilla. Para ello, elige el aceite que más te convenga o utiliza mantequilla. A continuación, funde tu resina en la grasa (entre 1 y 2 gramos por preparación).
Utiliza aceite o mantequilla como se indica en la receta. Si esto te parece demasiado restrictivo, también puedes rallar la resina de CBD en el plato que elijas, sólo asegúrate de que el alimento contenga grasa para que tu cuerpo pueda asimilar el cannabidiol.
¿El pequeño extra? El CBD dará a tus preparaciones un sabor totalmente nuevo. Incluso puedes jugar con las diferentes resinas y sus aromas.
Para saber más sobre la resina :