La legislación sobre el cannabis en Portugal: un caso único en Europa
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CONTENIDO
Portugal no se parece a ningún otro país de Europa. Destaca por su política de drogas, centrada en la salud y la despenalización desde 2001. El cannabis se beneficia de un régimen especial. El consumo personal está despenalizado, el cannabis medicinal está regulado y el CBD es legal. Mamá te lo cuenta todo.
Empecemos por un punto muy importante que marca la diferencia: despenalizar no es lo mismo que legalizar.
En 2001, la Ley 30/2000 despenalizó la posesión, el uso y el consumo de todas las drogas, incluido el cannabis, para cantidades individuales estimadas suficientes para unos diez días de consumo.
Esto significa que si te encuentran una cantidad de cannabis para consumo personal, no es delito. Por tanto, no corres el riesgo de ir a la cárcel. Sin embargo, puedes ser citado a comparecer ante una Comisión de Disuasión de Drogas, recibir una advertencia, tener que pagar una multa o someterte a un tratamiento de salud pública, dependiendo de la decisión del tribunal.
Pero no demasiado rápido. Vender, distribuir, traficar o cultivar cannabis sin autorización siguen siendo delitos punibles, a menudo con severidad. Esta legislación sigue distinguiendo claramente entre el consumo personal y las actividades comerciales ilegales.
Portugal también ha dado un paso importante al legalizar el cannabis medicinal mediante la Ley 33/2018. Esto permite prescribir productos a base de cannabis (aceites, extractos, preparados derivados de la planta) con receta médica.
INFARMED es la autoridad que supervisa las autorizaciones de comercialización, calidad e importación/exportación.
En 2025, sin embargo, se endurecerán las normas para los productos médicos . Las especificaciones son muy concretas, con requisitos de buenas prácticas de fabricación (BPF). También se exigen pruebas de análisis de lotes y documentación rigurosa para las importaciones y exportaciones. Estas medidas están pensadas para garantizar tanto la seguridad del paciente como el cumplimiento de la normativa europea.
Sin embargo, a pesar de la producción a gran escala de cannabis medicinal (incluso para la exportación), muchos pacientes en Portugal se enfrentan a obstáculos para acceder realmente a los medicamentos. Algunos productos no están disponibles en las farmacias, los costes son elevados y los requisitos administrativos, engorrosos.
El CBD es un gran tema de debate en el país. En 2025, Portugal no lo ha normalizado del todo, y Mama fue allí a comprobarlo.
Según la DGAV, el CBD como alimento (en complementos alimenticios) se considera un nuevo alimento según la normativa europea, lo que significa que aún no está autorizado para determinados usos alimentarios.
En el sector cosmético, INFARMED ha retirado algunos productos que contenían CBD o extractos de cannabis que no cumplían las normas vigentes.
En cuanto al cultivo, el cáñamo industrial para fibra y semillas está autorizado en determinadas condiciones. Pero las flores de cáñamo y otras partes de la planta ricas en CBD para uso no médico siguen estando muy reguladas. A decir verdad, a menudo están prohibidas o sometidas a estrictos controles.
En 2023, el Parlamento portugués votó a favor de importantes cambios en la ley sobre drogas (Ordenanza 94/96).
A partir de ahora, superar las cantidades consideradas para uso personal no conducirá automáticamente a una acusación de tráfico. Ahora debe probarse la intención.
Además, partidos políticos como el Bloc de Gauche (BE) y la Initiative Libérale (IL) han propuesto proyectos de ley para legalizar o regular más libremente el cannabis recreativo, pero ninguno se ha traducido aún en una legalización real.
Por último, el endurecimiento de la normativa en 2025 en el sector del cannabis medicinal demuestra que Portugal desea ser un actor industrial serio, con normas exigentes, al tiempo que mantiene controles estrictos sobre los usos no médicos.
A menudo se cita a Portugal como modelo de despenalización avanzada para el consumo personal. Muchos países de Europa tienen políticas más estrictas, en las que la posesión sigue estando penada por la ley o la venta ilegal se castiga estrictamente.
Por ejemplo, algunos países europeos toleran pequeñas cantidades, pero siguen imponiendo sanciones o encierros por consumo personal. El modelo portugués es único en el sentido de que la respuesta al consumo personal es administrativa y no penal.
Sin embargo, cuando se trata de cannabis recreativo legalmente regulado (me refiero aquí a la venta y el cultivo personal de cannabis), Portugal no es (todavía) el país más avanzado del mundo, y estoy pensando en particular en los Estados Unidos y Alemania, que legalizaron el cannabis en 2024.